Plástico, ¿bendición o maldición?
Podemos culpar al plástico de la contaminación, pero el plástico es un material inerte que solo ha traído beneficios a las personas, lo mismo daría culpar al plomo por las muertes en la guerra o a la pólvora por los ataques terroristas, ¿culpamos a la madera por los incendios?
A menudo, los seres humanos emitimos juicios de situaciones en las que no tenemos pruebas ni datos reales o concluyentes, seguimos tendencias de acuerdo con nuestras emociones y usualmente no somos congruentes con lo que decimos y hacemos.
En 1862 el químico inglés Alexander Parkes inventó la parkesina, un plástico que esencialmente era nitrocelulosa ablandada considerada el primer plástico, casi 100 años después en 1953 el alemán Karl Ziegler desarrolló el polietileno un descubrimiento que fue seguido por Giulio Natta con el polipropileno en 1954, estos dos materiales, son los dos plásticos más utilizados en la actualidad, ambos científicos recibieron un premio Nobel por sus estudios con polímeros, me atrevo a decir que el famoso premio es el galardón más importante que conoce la comunidad científica y solo se da a contribuciones excepcionales en estos ramos.
Hoy, en el 2023 los encabezados de periódicos y revistas naturistas, asociaciones como greenpeace, WWF y muchos de los foros de naciones unidas declaran que la producción mundial de este material ronda los 500 millones de toneladas anuales, se lee y se percibe al material como un gran demonio que inunda el medio ambiente, destruye espacios, contamina la vista e incluso mata pues las imágenes de reptiles marinos azotados por el material se esparcen comúnmente por la internet. El plástico hoy es el enemigo ambiental numero uno y muchas personas dedican mucho de su tiempo y esfuerzo a atacar su uso, incentivar legislaciones que lo prohíban, generan foros, discusiones y publicaciones en una eterna batalla sin cuartel a este monstruo que parece no deja de crecer.
¿Por qué el monstruo no deja de crecer?
Lo invito a hacer un ejercicio, vea a su alrededor, ¿es posible que en este momento tenga plástico en sus manos?, una computadora tal vez o en sus ojos un armazón de gafas, ¿su calzado?, incluso tal vez su atuendo contenga polyester el mismo plástico que se usa para envasar su refrescante soda, el resorte de su ropa interior, la cual se adapta cómodamente a usted con el uso de nylon, la silla dónde está sentado, el piso laminado de la oficina o quizás la alfombra, los utensilios con los que escribe, come, trabaja, se comunica, el auto dónde viaja, las tuberías que le hacen llegar el agua, y las envolturas que logran que tenga pan fresco todos los días, jeringas, tapa bocas, bolsas de suero, podría extender paginas con este ejercicio, sí usted lee estas palabras desde algún país occidental moderno hoy no podría concebir la modernidad, la comodidad y su estilo de vida sin este material, sí la periodización histórica tuvo una edad de piedra, una de bronce y una de hierro, podría apostar que en algún momento los historiadores llamarán a esta edad la edad del plástico.
El plástico es una solución, un material económico, resistente, manejable, con propiedades aplicadas a todos los sectores industriales, todos los objetos mencionados en el ejercicio son soluciones provistas que redujeron costos, mejoraron la cadena de valor y generaron el éxito de las áreas dónde fue empleado plástico. Se masificó el acceso de esos bienes a la población y este auge fue tan grande que se desvalorizó el material generando la percepción popular de que el plástico es desechable, dejando de lado una de las propiedades más maravillosas que tiene, es 100% reciclable, de la clasificación de plásticos que se dividide en siete, seis son totalmente seguros de reciclar, y como concepto podemos decir que todos los plásticos son reciclables.
Toneladas de problemas
Recientemente llegamos a ser 8000 millones de personas en el mundo, los productores de materiales que hoy son soluciones maravillosas, deben promover la cadena circular de los mismos, el productor debe intentar invitar al usuario final a responsabilizarse en conjunto de la correcta disposición y manejo de materiales, los japoneses lo lláman “Mottainai” que significa “sentido de pesar ante el uso inapropiado de un objeto o recurso”, todas las personas deberíamos adoptar esa filosofía y seguir el ejemplo de Japón que lleva al extremo la responsabilidad de reciclar y tiene incluso un policía del reciclaje, manejan las 4R en vez de 3R y ahora promueven el reducir, reutilizar, reciclar y respetar. Reciclar en Japón tiene el lema"tú eres el responsable de tu basura", y para nada es fácil, podríamos hablar todo un artículo acerca de como separan la basura, para efectos de este artículo solo diremos que es posible
En conclusión, nos puede parecer inaceptable, pero el plástico no es el problema, el problema somos nosotros, todos y cada uno, en medida de que dejemos de discutir acerca de cómo destruir soluciones y mejor construyamos responsabilidad, avanzaremos en este tema, la economía circular como medio de extender nuestra permanencia cómo especie es una gran idea, pues es la única forma en que podremos afrontar el futuro es usar todas las herramientas disponibles, no hay maldiciones ni bendiciones, todo depende de nuestro juicio, todo depende de nosotros, y en como afrontamos los problemas, el plástico ya nos facilitó la vida, no lo satanicemos irresponsablemente, genera millones de empleos y beneficios, es importante que comencemos a aceptar que tenemos que retornar todas esas bondades haciéndonos responsables del correcto manejo de nuestros recursos, seamos congruentes, te invito a pensar en cómo hacer el máximo uso de cada gota de agua, cada pieza de metal, cada bolsa, cada minuto de tu tiempo y sobre todo la vida, hagamos Mottainai pensando en los 8000 millones del futuro.
