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¿Por qué cambian los precios de venta de los cultivos?

De manera general son muchos los factores que pueden incidir en la modificación de los precios de venta los diferentes cultivos agrícolas, la mayoría de los cuales están fuera de nuestro control, razón por la cual, la mayoría de las veces se tiene poca incidencia en la determinación de dichos precios.

Sin embargo, el entendimiento de los principales factores que modifican los precios de los cultivos agrícolas nos permite entender parte de la compleja dinámica que ocurre para definir cuánto vale un determinado cultivo.

Antes de revisar los principales factores que afectan a los precios de los cultivos, es importante comentar que, aunque casi nunca se puede hacer algo para modificar esos precios, en especial para que incrementen, el desconocimiento de dichos factores lleva muchas veces a comercializar por debajo del costo de producción, lo que para los agricultores implica pérdidas económicas importantes.

Factores más importantes

Si bien son muchos los factores que inciden en los precios de venta de los cultivos, los de mayor relevancia, según la FAO, son:

1) las tendencias de la oferta y la demanda internas, es decir, para un país determinado

2) las tendencias a largo plazo de los precios internacionales, establecidos considerando factores de alcance global.

Tendencias de oferta y demanda internas

De manera general a interacción entre la oferta y la demanda resulta fundamental para la determinación de los precios agrícolas. Si un cultivo es muy buscado por los consumidores en determinado momento del año, entonces es casi seguro que su precio va a subir, como ocurre con varios cultivos de flores: rosas el 14 de febrero y el 10 de mayo, cempasúchil el 1 de noviembre y la nochebuena el 24 de diciembre.

Para estos cultivos con fechas puntuales, unos días antes de la fecha el precio puede llegar a aumentar mucho, aun cuando la disponibilidad sea elevada, pero tan solo un día después los precios se desploman y prácticamente se venden a precio de remate.

Otro caso de la interacción de la oferta y la demanda ocurre con los productos de temporada, como la mandarina, la ciruela y el tejocote en la época invernal, aunque en este caso son productos que la gente busca mucho, los precios de venta para los agricultores no se elevan, debido a que la cantidad disponible en el mercado hace que los precios de venta se mantengan bajos.

Obviamente, para los agricultores lo ideal sería vender su producto cuando la oferta es mínima, porque es casi seguro que los precios de venta serán altos, sin embargo, muchas veces esto no es posible, en especial si se trata de un cultivo con una temporalidad muy marcada, donde para cosechar fuera de temporada hay que arriesgarse a condiciones climáticas adversas, a una falta de compradores o a la competencia directa con los cultivos de temporada.

Tendencias de los precios internacionales

Muchos cultivos agrícolas tienen precios de venta que se ven influenciados por los precios fijados directamente en los mercados internacionales, el cual es el caso principalmente de los granos básicos, siendo que frutas y hortalizas tienen fijación de precios más local, aunque en el caso de las exportaciones el país de destino juega un papel fundamental.

Cuando hablamos de factores globales que afectan los precios de los cultivos, nos referimos principalmente a factores económicos, que se pueden ver modificados en extremo con la introducción de nuevas legislaciones, las cuales casi siempre suelen modificar aspectos que durante años han sido aceptados como algo fijo.

También las crisis económicas afectan mucho a los precios, sin importar que estas ocurran en otros sectores, como lo fue la crisis del Covid-19 en el sector sanitario, aunque por supuesto, las crisis que pertenecen totalmente al sector, como lo es la actual crisis de los fertilizantes, tiene impacto directo e inmediato en la determinación de los precios.

Además, los fenómenos naturales también juegan un papel importante, pues en muchas regiones del mundo que son azotadas por eventos climatológicos con cierta recurrencia, las perdidas de cultivos se han convertido en algo normal, siendo que inmediatamente modifican a la baja la cantidad de un producto disponible en el mercado, con el consecuente incremento de los precios hacia el consumidor final, aunque no necesariamente para los agricultores.

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El papel de los distribuidores

Los distribuidores son una parte esencial de las cadenas agroalimentarias, tanto nacionales como mundiales, por lo que a pesar de la existencia de muchas iniciativas que buscan conectar directamente a los agricultores con los consumidores, lo cierto es que por los volúmenes que se manejan en la agricultura mundial los distribuidores siempre serán necesarios.

Sin embargo, lo que indica el surgimiento de todos esas empresas y plataformas que conectan, de alguna u otra manera, directamente agricultores con consumidores, es una necesidad de que el comercio de los productos agrícolas tenga más transparencia.

Para seguir hablando sobre este tema, hay que puntualizar que, por cada distribuidor que participe en una cadena agroalimentaria, el precio de los productos se incrementa un cierto porcentaje, dado que cada escalón de la cadena busca sacar el mayor pago posible. Bajo este esquema, quienes están en mayor desventaja son los productores y los consumidores; los primeros porque en muchas ocasiones llegan a vender a precios bajos, siendo que sus productos se pueden vender por el doble, el triple o incluso más, en especial si el destino final son restaurantes y/o cadenas de supermercados; y los consumidores son los que pagan los precios finales, que muchas veces son aumentados de manera injusta por los distribuidores.

La cuestión es que en la mayoría de las ocasiones hay poca o nula visibilidad sobre cuántos distribuidores han jugado el papel de intermediarios entre el productor y el consumidor, por lo que no hay manera sencilla de rastrear cuál ha sido el aumento de precio de un producto específico, algo que desafortunadamente muchos distribuidores han aprovechado para obtener ganancias elevadas.

 

El acaparamiento de productos

Este punto también es de mucha relevancia, porque cuando existen grandes intermediarios dentro de una cadena agroalimentaria, estos tienen el poder económico y la fortaleza operativa para comprar grandes volúmenes de producto, con lo que obtienen mejores precios por parte de los agricultores, siendo el problema que, en determinado momento, pueden llegar a manipular los precios del mercado, lo que también ocurre cuando muchos distribuidores negocian y terminan por llegar a un acuerdo que les beneficie a todos, y que por supuesto perjudica a los clientes finales.

En conclusión

Cada cultivo agrícola tiene precios de venta que responden a diversos factores, la mayoría de los cuales permanecen ocultos a los consumidores, lo que permite que existan quienes obtienen mucho provecho de esa falta de transparencia.

Además, la explicación anterior es solo un acercamiento inicial a la determinación de precios, porque los precios que vemos en los mercados son el resultado de la interacción en tiempo real de múltiples factores, que requieren de análisis complejos, también en tiempo real, algo para lo que el data science y el machine learning serán de enorme utilidad en los siguientes años.